La Encia


La encía en la infancia y la adolescencia.


Los niños y adolescentes presentan problemas periodontales (de encías) frecuentes y  muy característicos.
La prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las diferentes condiciones y patologías periodontales que pueden padecer niños y adolescentes forman parte de los cuidados odontológicos integrales e ininterrumpidos que deben recibir a lo largo de su infancia y adolescencia. Siempre se habla de “cepillar los dientes” quedando las encías como las grandes olvidadas. Esos cuidados se convierten en la clave para favorecer el control, mantener la salud oral e incluso prevenir patologías que puedan desarrollar en su edad adulta.

Para conseguir una visión clara de todos los problemas relacionados con la encía que puede padecer un niño y sus posibles soluciones, es preciso al menos nombrarlos.

Desde la relación entre embarazo y periodontitis (inflamación y sangrado de las encías), tanto  por las posibles repercusiones que puede tener la presencia de periodontitis materna o de ciertos hábitos saludables en la evolución del embarazo y en el feto, hasta los traumatismos en dientes temporales y permanentes (y el papel que puede jugar el dentista en la detección precoz de maltrato infantil a partir de la observación de lesiones en la mucosa oral), el establecimiento de medidas preventivas en grupos de riesgo o la estrecha vinculación que se debe establecer entre Ortodoncia y Periodoncia (especialidad de las encías) son problemas que pueden aparecer tempranamente. En las revisiones dentales obligadas que durante la infancia es preciso realizar, el profesional entre otras debe descartar la existencia de problemas de encías, como la llamada erupción pasiva alterada, trastorno que ocurre al salir en lugares forzados o inadecuados los dientes nuevos.

En este problema los dientes salen equivocadamente  a través de la encía más fina de la boca. No la que debe rodear a los dientes. Haciendo que parte de la raíz no quede bien cubierta por la encía y provocando problemas de sensibilidad que amenazan el pronóstico del diente además del aspecto antiestético.

En la mayoría de ocasiones se puede deber a un problema base de falta de espacio, que obligan al diente a salir en a través de un lugar desplazado e inadecuado.

En estos casos, el diagnóstico del problema de ortodoncia, junto a acciones coordinadadas con el especialista en encías, plantearan la vigilancia o la pronta actuación para prevenir un avance desfavorable del problema, combinando ambos tratamientos. En otras ocasiones no se acompañan de problemas ortodóncicos, si no que ocurren por azar,  espontáneamente. El enfoque sería el mismo.